Astakhova E.*

(Universidad MGIMO, Rusia)

Retrato pragmalingüístico de la sociedad española
a través de una película

Испанское общество через призму одного фильма

(El artículo viene acompañado de fragmentos ilustrativos audiovisuales en el formato Power Point de la serie española Cuéntame cómo pasó)

Vemos el mundo a través de la lengua y la imagen. La serie española Cuéntame cómo pasó (1) nos da una excelente posibilidad de escuchar y ver lo que es España. Esta película permite estudiar no solamente las páginas de la Historia de España sino la influencia de la sociedad en el lenguaje que incluye las normas culturales y el contexto en que se mueven los hablantes. A través de la narración de la vida cotidiana de la familia de los Alcántara que representa a una típica familia española (“los Alcántara somos nosotros”, – dicen millones de espectadores) y que vive día a día la transformación de la España franquista en una democracia moderna podemos observar la diferencia entre el sociolecto de grupos separados por ciertas variables sociales como el nivel educativo, el nivel socioeconómico, la religión, la edad, el origen del hablante (por ejemplo, ciudad-campo).

En este contexto vale la pena citar las palabras del eminente historiador y antropólogo ruso Lev Gumilev: «Владение любым языком в полной мере подразумевает прежде всего довести до собеседника сложные мысли с соответствующими деталями и нюансами. А такое знание языка возможно лишь при знакомстве с поведением того этноса, который на этом языке говорит и думает, при жизни в соответствующей этнической среде. В противном случае собеседники вынуждены ограничиваться примитивными штампами» (2, 256). – Dominar una lengua es saber llevar al interlocutor ideas complicadas con detalles y matices. Este conocimiento no es posible sin enterarse de la conducta de la etnia que habla esta lengua y piensa en ella viviendo en el respectivo ambiente étnico. Caso contrario, los interlocutores se limitan a intercambiar clichés primitivos.

Cuéntame cómo pasó se estrenó en el primer canal de la TV pública española en 2001 y ya cuenta con 11 temporadas. La serie narra, apoyándose en una combinación de micro- y macrohistoria, las vivencias de una familia de clase media, los Alcántara, durante los últimos años del franquismo y los comienzos de la Transición Española, y es a la vez una crónica socio-política de la época. Su nombre proviene de un famoso tema de los años sesenta del grupo de música pop, titulado Cuéntame. A lo largo de sus 8 años de emisión la película ha cosechado decenas de premios dentro y fuera de España, convirtiéndose en un fenómeno social por su popularidad y éxito. La serie se creó con el propósito de celebrar el primer cuarto de siglo transcurrido desde la Transición y su espíritu queda patente en algunos capítulos puntuales especiales, en los que se incluyen entrevistas documentales a personajes históricos de la época, como por ejemplo la muerte de Franco o las elecciones de 1977.

La ficción se inicia en abril de 1968, con el triunfo en Eurovisión de la cantante española Massiel, lo que era una abertura, todavía muy tímida, de España a Europa (“por fin se habló en Europa de España”), y traza, a lo largo de los más de 197 capítulos emitidos, un retrato de la España contemporánea. Nuevos cambios losvemos con ojos del hijo adolescente de la familia, Carlos.

Carlos, el pequeñín de la familia con ocho años al inicio del drama, es el narrador de las peripecias familiares, a las que aporta su sentido de humor, ingenuidad y afecto. La voz en off del Carlos adulto, se oye al comienzo y al final de cada capítulo como introducción y reflexión final, y también durante el capítulo para explicar alguna cosa o situación, con un tono nostálgico, sobre los acontecimientos históricos reflejados en la serie o sobre los avatares de la familia. Estos comentarios son pequeñas novelas que se dedican a unos acontecimientos políticos de la época que se ven reflejados en las conversaciones y eventos cotidianos.

Los episodios, según el contenido, llevan nombres que equivalen a un refrán o un dicho o una expresión corriente: “Las ratas abandonan el barco”, “Con el calor viene el amor”, “La mano en el fuego”, “La cigueña dijo sí”, “Paz, amor y fantasías”, “Cada cual en su sitio” etc.

A través de la óptica de la familia se plantean los temas siguientes: el desarrollo de España en la década de los 60-70, así como el éxodo rural y la situación en el campo, con una importante escasez de medios y fuertes cambios demográficos; la situación de la familia y de la mujer; la censura en los medios de comunicación; la pervivencia del servicio militar obligatorio, conocido popularmente como la mili, en el tardofranquismo, así como los cambios producidos dentro del ejército, con la aparición de una oposición, representada por los militares más jóvenes; la persecución de los opositores al régimen y acciones en la clandestinidad de los partidos de izquierda, así como diversas manifestaciones y protestas que se sucedían por aquel entonces; la corrupción en negocios.

También se han tratado, en momentos concretos de la serie, temas como el exilio, la situación de los curas obreros y los abogados laboristas, etc. La serie también ha reflejado acontecimientos puntuales que marcaron la historia del país en esos años como: El estado de excepción de 1969. La llegada del hombre a la Luna en 1969. El nombramiento como presidente de la Conferencia Episcopal del Cardenal Tarancón en 1971. El estreno de la película Love Story. La muerte de Pablo Picasso en 1973. La muerte de Salvador Allende en 1973. El atentado contra el presidente del Gobierno español Carrero Blanco en 1973. La Revolución de los Claveles de Portugal en 1974. La muerte de Franco en 1975. La legalización de los partidos políticos, del PC. El regreso del exilio de comunistas y socialistas. Las primeras elecciones libres de 1977. La Costitución de España.

Pequeños y grandes momentos de la historia se cuelan en la vida de los personajes a través de las imágenes de los archivos audiovisuales más completos y sistemáticos de este periodo. El recurso de insertar digitalmente a los protagonistas en imágenes de acontecimientos históricos dan carácter especial al formato.

Gracias a unos guiones muy cuidados, y a una extraordinaria interpretación, la serie ha logrado atraer la atención regular de millones de espectadores no sólo en España. La serie se emite en Argentina, México, Venezuela y otros países a través del Canal Internacional de TVE. Además, el formato ha sido adaptado con éxito en Italia y Portugal, que crearon sus propias sagas familiares seguidas por millones de espectadores.

Como millones de otros españoles, los Alcántara llegaron a Madrid desde su pueblo natal en la Mancha, en algún momento de los años 50. Los guionistas de la película reestructuran un barrio ficticio de San Genaro de la capital, un barrio de trabajadores, de la clase media baja, construido en los años 60 para mucha gente que migraba del campo a la ciudad soñando con una vida mejor. Ahí ya nacen los hijos: Tony, Inés, Carlitos y María. Antonio, el padre, trabaja muchísimo para ganar la vida y hacerla más feliz para sus hijos: como ordenanza en el Ministerio de Agricultura por las mañanas y por las tardes, practica el pluriempleo en una imprenta. Al inicio de la serie, Mercedes, la madre, junto con la abuela Herminia, cose pantalones por encargo en su hogar; guiada por su talento y constancia, crea su propia empresa de moda y abre una tienda en el barrio, en los años 70 empieza a estudiar en la universidad. En torno a los Alcántara pululan toda una serie de personajes secundarios fijos, como familiares, amigos, vecinos y conocidos, y otros circunstanciales. Realmente, todos ellos son lo que es ahora España.

En los años sesenta España vive una revolución económica (el llamado Desarrollismo) que cambia su forma de ser. El turismo y la industrialización hacen que el nivel de vida de millones de españoles mejore. En 1968, los Alcántara son una familia que puede comprar su primer televisor (el impacto que supuso la aparición de la televisión en la sociedad española era enorme, la tele pasa a ser parte de la familia), soñar con una máquina de lavar automática y pasar las primeras vacaciones de su vida. Ver el mar – todo un hito para la gente del interior, porque la playa se destinaba sólamente para turistas extranjeros. “Montar en avión era gran aventura, ir al extranjero tenía sabor épico, hasta cojer el tren y viajar a otra ciudad merecía muchas preocupaciones”, – dice el comentarista de la película. Son de risa escenas en que Antonio prueba por primera vez el whisky, porque generalmente la gente de a pie (al contrario de la gente bien) bebía vino, cerveza o sidra.

La España de entonces era un país con fuertes barreras sociales, seguía dividida en dos bandos – los vencedores y vencidos, y era gobernada por los vencedores. Hay muchos episodios emocionales que lo confirman. El padre de Antonio fue fusilado “por nada” en la Guerra civil, prefieren no recordarlo y no comentar con los hijos. Tony, el hijo mayor de los Alcántara, se enamora de la hija de un Ministro lo que provoca una fuerte indignación de este último. El dueño de la imprenta se asombra al saber que Tony haya llegado a ser universitario (con mucho sacrificio, claro, de la familia). Los empresarios y propietarios hablan de manera paternalista y al mismo tiempo amenazadora, áspera con sus empleados (“la pandilla”) y vemos qué miedo tienen los trabajadores de perder el empleo. “Les preocupaba el puesto de trabajo y el futbol”, – dice el comentario, “no podían protestar”. Ya en 1977 se decretan nuevas leyes que prohíben despedir a los trabajadores. Desde luego todo el país entra en huelga.

El pasado y el mundo rural está representado por el personaje de la abuela, Herminia, que prefiere olvidar la guerra (“no se puede seguir amargado”), vivir de lo presente y teme el futuro (Oh, Señor, Señor, – siempre suspira Herminia yendo al mercadillo y quejándose de los precios, después de la muerte de Franco, – ¿qué será ahora?). En aquella época “las abuelas eran esenciales en nuestra vida”, – dice Carlos adulto con nostalgia, – “yo crecía como un señorito”. Ellas llevaban la casa, cuidaban de los niños, esperaban para la cena con la mesa puesta (la hora de la cena era sagrada), participaban en todos los momentos de la familia, buenos y malos, mantenían un clima emocional de cariño, amor y fuertes lazos familiares.

Sin embargo, el cambio dentro de la familia está inspirado por los hijos. La mayor, Inés, se rebela contra una sociedad en que no se autorizan muchas cosas – usar mini-falda, tener relaciones fuera de matrimonio, pasar una noche en el hotel sin “libro de familia”, besarse en la calle etc. A ella no le importa “qué van a pensar en el barrio”. Y “el barrio” (la sociedad) no aprueba: a las madres solteras, las mujeres separadas, guarda silencio ante la violencia doméstica. Salir al extranjero una mujer casada podía solamente con el permiso de su marido, éste le podía denegar el pasaporte. El divorcio era imposible (“hay que aguantarse”). Era un mundo de machistas (y, como afirman los espectadores en sus blogs, continúa siéndolo, la mujer solo tiene doble trabajo ahora: “el doble de chula en casa y fuera de casa”). Los hombres no se ocupaban de cosas domésticas. Hay momento divertido de la serie en que Antonio influenciado por “toda esta democracia” quiere fregar los platos (lo hace de un modo muy torpe) pero este gesto suyo provoca risas de parte de la mujer y malentendidos con su suegra.

Tony, el primer universitario de la familia que es motivo de orgullo enorme para su padre, trabaja como periodista y después abogado, representa a la generación que en 1975, hará posible la transición política. Tony se mete en “líos políticos” y “líos amorosos”, discute brutalmente con su padre (“¡memo!”, – le grita a menudo Antonio mayor), registra en Gibraltar (!) el matrimonio horrorizando a sus padres, al mismo tiempo siempre acude en ayuda a sus próximos.

Con la desaparición del dictador Francisco Franco en 1975, comienza una de las etapas políticas más emocionantes de la historia de España. La llegada de la democracia coincide con el mejor momento de Antonio Alcántara que se ha convertido en un pequeño, pero exitoso editor de revistas y tiene su propia imprenta. En 1977 entra en campaña electoral por el UCD (partido de Adolfo Suárez) y recibe el puesto de Director General en el mismo Ministerio donde había trabajado antes como un “Don Nadie”.

A través de esta serie se puede hacer una análisis pragmalinguística de la sociedad española: costumbres, tradiciones, fiestas, manera de vestirse, de casarse, de amar, de hacer compras, de hablar o no hablar de ciertos temas. Era la época de los toca-discos, de radionovelas, de diarios hablados. “Ha cambiado mucho España!”, – suspira Herminia ya en 1977.

El discurso oral se representa en varios ambientes. Podemos escuchar cómo y de que hablan varios grupos sociales: niños, adolescentes, universitarios, clases elitistas y populares, políticos en campaña, jefes y secretarias.Se producen diálogos y conversaciones – en familia, entre la madre y sus hijos, entre el marido y la mujer, en el mercado, en la peluqueriá, en la barra del bar, en una juerga, en el hospital, banco, con el quiosquero. Al mismo tiempo escuchamos lenguaje oficial de la televisión que siempre funciona y es parte de la familia.

El lugar preferido de comunicación era (y sigue siéndolo) el bar del barrio, lugar para hombres. Las cosas se discuten y se resuelven en el bar, se comparten degracias, problemas y confesiones en frente a toda la gente, sin reservas. Hay única excepción respecto a los temas: no se puede hablar de política (Anuncio en el bar: “No se pude insultar, hablar de política y de americanos”).

Otro punto de referencia era el quiosco, elemento esencial del barrio (lo que dejó de existir ahora, así como dejó de existir la propia comunicación entre vecinos). El quiosquero se enteraba de las noticias de cada familia, arreglaba diferencias, jugaba con los niños, comentaba chismes con los vecinos.

También eran importantes los sonidos. Los vecinos sabían en qué familia se preparaba tortilla: se escuchaba el tenedor batiendo huevos. Los olores indicaban dónde hacían sardinas fritas o chuletas de cordero – ¡es que el aceite no era refinado!

La película es toda una fuente del lenguaje coloquial, especialmente para expresar estados anímicos positivos y negativos – alegría, sorpresa, preocupación, enfado, tristeza, presión, verguenza. La lengua ha empezado a liberarse junto con la liberalización de la sociedad. Cabe notar que muchas expresiones, las que se usan en la serie y las que se refieren a aquella época, siguen usándose hoy día a pesar de los cambios inevitables que ha vivido la lengua. Es que empezaron a aparecer y usarse exactamente en la Transición.

Citemos unos ejemplos. Para describir los estados de ánimo: estar caliente, estar cabreado/a, estar mosqueado/a (enfado o irritación). Ponerse negro, estar de mala leche, estar quemado/a, estar reventado/a, estar acojonado/a, tocar las narices – para demostrar mal humor. Estoy hasta las narices – estoy harto. No me pongas de mala leche – no me fastídies. Me da mucho palo – me da verguenza. ¡Qué cursi! – excesivamente sentimental. La cosa está chunga – todo está mal. Me da corte – tengo verguenza.

Para referirse a las relaciones amorosas: ligar con alguien, enrollarse con… – salir, casarse “de penalti” – casarse con motivo de embarazo no deseado; salir del armario – reconocer públicamente su homosexualidad; echar un polvo, follar – tener relaciones sexuales. En este contexto es interesante analizar algunas expresiones que sirven para referirse a relaciones de amor serias o no: media naranja – amor serio, pareja, matrimonio; “querida” – una amante; un desliz – extraconyugal; mi chico, mi chica – relación seria; mi mujer – matrimonio; novio – pareja, más o menos serio; “estrechas” – dicen sobre las chicas que “no se dejan”.

En la película hay muchas exclamaciones: ¡Que palo! ¡Vaya morro! ¡No me vengas con tus nervios! ¡No me vengas con tu drama! ¡Chitón! ¡Venga! ¡Menudo cabrón! ¡Yo qué sé…!

Se usa muchísimo la palabra fuerte: Lo tuyo es muy fuerte. Me parece super fuerte (Actualmente llegan a decir: super-mega-fuerte). ¡Qué fuerte! (expresa sorpresa, admiración, incredulidad), me dijo cosas muy fuertes (que causan un gran impacto), una película fuerte (violenta).

Chulo, otra palabra que escuchamos a menudo. Fíjense en pluralidad de sus significaciones: está todo chulo – todo bien; tu primo me pareció muy chulo presuntuoso (individuo de las clases populares de Madrid, que se distinguía por cierta afectación y guapeza en el traje y en el modo de conducirse); se puso muy chulo con nosotros – insolente; un collar muy chulo – bonito, gracioso.

El uso del adjetivo gordo en varios contextos tiene significaciones diferentes: “Eso es muy gordo” – dice la madre a su hijo al saber de su conducta vergonzosa. “A tu hijo le ha tocado el gordo”, – es el caso cuando se sabe que Tony se enamoró (y mutuamente) de una chica de la familia elitista. “Este tío es un pez gordo” – así se habla de un cliente rico y con “amistades”. En la conversación de dos adolescentes aparecen “amenazas gordas” (5).

Observemos otro procedimiento para dar mayor viveza al discurso: es acortar las palabras (especialmente es característico para el lenguaje de los jóvenes de hoy, pero el fenómeno ha empezado a surgir en aquella época): decir “profe” en lugar de profesor/a, “peli” – por película, “cole” – por colegio, “boli” – bolígrafo, “bici” – bicicleta, “tele” – televisor, hacer la “mili” – servir en ejército. El “cumple” – cumpleaños, la “manifa” – manifestación, la “uni” – universidad. También tenemos: “porfa” – por favor, la “poli – policia”, “progre” – progresista (para referirse a un modo de conducta que rompe los patrones regulares).

Tratamientos. En aquella época no se tuteaban tan a menudo como ahora. La posición social determinaba el tratamiento. Y también el respeto a la edad.

Se echan a la vista las barreras sociales en el trato del dueño de la imprenta donde trabaja el protagonista, con sus empleados: ellos se dirijen al dueño – Don Pablo, él les trata por sus nombres y los tutea. Y hasta en un ambiente informal, en un restaurante, donde los dos, Antonio y Don Pablo, se emborrachan y se quejan uno al otro, este trato sigue en pie. Lo mismo pasa en el Ministerio de Agricultura en que trabaja como ordenanza Antonio: – “Doña Carmen”, – suplica Antonio a la secretaria del subsecretario del Ministro pidiendo una cita con éste.

En el colegio los chicos de la primaria tratan de usted y Don Severino a su maestro. Sin embargo, en el bachillerato – ya es el año de 1977, la profesora pide a los alumnos que la llamen “Carlota”. Tony estudia en la universidad todavía con Franco y se dirige al catedrático Don, Señor, “los catedráticos eran reyes entonces”, – se dice en el comentario off con visible nostalgia.

Entre sí los chicos se llaman: macho, chaval, tío/a (se usa muchísimo ahora), chico/a, hombre.

Antonio siempre trata de usted y Herminia a su suegra. Lo mismo hacen los jóvenes del barrio respecto a las personas de tercera edad. En general, la gente de la época era más respetuosa lo que muestra la película y eso provoca millares de comentarios nostálgicos de parte de espectadores. (Actualmente el criterio determinante para tutear o tratar de usted a alguien es la edad, más que su estatus social. En principio, se puede tutear a cualquier persona que aparente menos de 30 y pico o 40 años. Claro, esta regla tiene exepciones).

Es interesante hacer notar el uso de los colores en esta narrativa lo que refleja también ciertos períodos historicos A menudo en la serie dicen los grices, así se llamaba la policía de Franco, “los grices” reprimían duramente a los estudiantes en las manifestaciones.

Los rojos es una referencia clarísima: comunistas, republicanos, Moscú, todo lo que es de isquierda. “No queremos rojos en el barrio”, – grita uno de los vecinos. “Me sale un hijo rojo a mí”, – se queja el propietario de la imprenta. De otro lado: “es demasiado llamativo”, – dice Herminia, la abuela, a Mercedes, su hija de unos 40 años, cuando ésta quiere ponerse un vestido rojo para ir a una fiesta. En aquellos años en España todavía no se llevaban colores alegres. ¡Los colores de ropa cambian con la democratización del país!

“Me da asco la prensa amarilla”, – se indigna Antonio cuando ve su foto hecha en un club dudoso y publicada en el periódico.

Los verdes en el sentido político (ecologistas) en aquella época no existían. El “verde” se aplica en otro contexto: “Van a ponerse verdes de envidia”, – piensa Carlitos refiriéndose a sus compañeros cuando sale con una chica del barrio. Pero “chistes verdes” son chistes sobre sexo y otros de la misma índole, y “el viejo verde” es un viejo asqueroso.

Las mujeres, amas de casa leen y escuchan por la radio novelas rosas. El negro y morado son colores de la Quaresma. Al mismo tiempo – “lo veo muy negro”, – dice el hermano de Antonio, militante del PC, sobre los resultados electorales que espera con impaciencia y desesperación.

La política entra en escena sólamente despúes de la muerte de Franco y empiezan las discusiones sobre el futuro del país que provocan rabia. A mucha gente le da miedo que “pudiera pasar lo que había en la guerra”. Hasta en la misma familia hay “fachas” (fachistas) y republicanos. “Duerme españolito, duerme, que se ha puesto el sol, nuestro buen Caudillo nos da su protección”, – canta un abuelo para hacer dormirse al niño provocando escándalo con su yerno, militante del PC.

Rusia, la Unión Soviética de entonces, está presente en la película, pero siempre en unas conversaciones que son más divertidas que políticas, de la política preferían no hablar. Y en primavera de 1969 era prohíbido viajar a Rusia y a los países “satélites”.

“Cómo quieres que te lo explique si no me entiendes, en ruso? “– grita Inés, irritada, a su ex novio. “Trotsky”, así lo llama Antonio a un activista de Comisiones Obreras cuando España entra en el período de huelgas sin fin (años 1976-77). “Rasputin” – le pone el nombre Antonio, por zelos, a un colega de su mujer. “Las 10 son las 10, aquí y en Sevástopol” – dice el padre a Carlitos censurándolo por haber llegado tarde a casa.

“Oro de Moscú” también aparece en conversaciones cuando quieren acusar a alguien por abrir un negocio con medios poco limpios. Se menciona “la división azul” ya en el contexto serio, tratándose de la Guerra Mundial y de la acción poco exitosa de ésta en el territorio soviético. Durante una charla en el bar reprimen a un vecino por su comentario contra Franco con las palabras siguientes: “No queremos aquí gente al servicio de Rusia”. “Vete a Moscú”, – gritan a un vecino quien propuso hacer el mitin contra las construcciones ilegales en el barrio.

En la escuela primaria en que estudia Carlos, Don Severino, su maestro, les explica a los chicos perplejos algunos eventos políticos y la entrada de España en la OTAN justificándola por el peligro ruso: “Los rusos están por todas partes”, – lo dice mostrando el mapamundi, pero en compensación de repente empieza a criticar a los americanos “los que nos quitaron Cuba” dejando a los niños completamente confundidos. “El peligro que representa Rusia no ha pasado”, – anuncian por la televisión durante las efemérides pomposas con desfiles militares de 1969 por la victoria de Franco en la guerra civil. A menudo se usan los esteriotipos tales como “te mando a Siberia”, “no me vengas con tu Vladimir Lenin”.

El elemento principal de la sociedad es la familia. (Vemos mucho cariño en la familia de los Alcántara). Sabemos que la familia española ha cambiado muchísimo. Nuevos estilos de vida se han abierto paso, las fórmulas de convivencia se eligen por los ciudadanos, se puede casarse “por la iglesia”, “por lo civil” (hasta “por lo militar” – bromea Antonio). Este proceso lo observamos también en la película. No obstante, las palabras de Antonio “pase lo que pase, lo único que importa son personas, especialmente los queridos”, son claves para comprender el espíritu de los españoles.

“Cambia, todo cambia”, – se canta en una famosa canción con la cual termina una temporada de la serie. Cambia España, cambia en todos los sentidos. Ahora es un país cuyos políticos consiguieron hacer reconciliarse (en octubre de 1977 se realizó un acuerdo nacional, conocido como el Pacto de la Moncloa, suscripto por todos los partidos políticos) – al menos ya no es el país de dos bandos, es democrático, abierto al mundo, civilizado que promueve con éxito su nueva imagen. La imagen que no es solamente de un país de playa, sol, corrida y flamenco, sino del país con altas tecnologías, buenos servicios, excelentes deseñadores de moda, etc. El proyecto “marca – país”que engloba muchos objetivos ambiciosos para situar a España en el mundo contemporáneo, está en marcha (6).

Cambia la gente, sus costumbres, lazos familiares, lenguaje coloquial. Sin embargo, con todos estos cambios los españoles quieren guardar y buscar en la memoria cómo eran, qué valores tenían, qué tradiciones les ayudaban a aguantar las difucultades del pasado, en una palabra, no quieren olvidar su Historia. El éxito fenomenal de la película Cuéntame cómo pasó en todas las capas de la sociedad española refleja la nostalgia de la generación madura y el interés y curiosidad de los jóvenes por los momentos cruciales de la Historia reciente y por los sentimientos que nunca pierden su valor – solidaridad, amistad, familia, lealtad, justicia, amor.

LITERATURA

1. Cuéntame cómo pasó. Drama-Historia. Creado por Miguel Ángel Bernardeau. España. Grupo Ganga. Guión Alberto Macías, Eduardo Ladrón de Guevara. 2001-2009.

2. Гумилев Л.Н. От Руси до России. – М.: «Институт Ди-Дик», 1997.

3. Beinhauer Werner. El español coloqual. Madrid, Gredos, 1968.

4. Gascón Martín E. Español coloqual: rasgos, formas y fraseología de la lengua diaria. Madrid, Edinumen, 1995.

5. Moral R. Del. Manual práctico del español coloqual. Madrid, Verbum, 2003.

6. Noya Javier. Potencias blandas. Diplomacia pública, imagen exterior y marca-país en EEUU y España. – Perspectivas exteriores 2004. Madrid, 2004.


* © Astakhova E. (Universidad MGIMO, Rusia)